jueves, 10 de junio de 2010

TRABAJOS Y LUGARES MISIONEROS

Trabajos y lugares misioneros
1.- ¿Que es el trabajo misionero?.En la actualidad significa enseñar el mensaje de Jesucristo a personas de culturas diferentes a la del misionero. Generalmente se piensa en aquellas sociedades que no han escuchado el evangelio o en donde la penetración de este ha sido muy débil. Podemos añadir aquellas regiones en donde se tiene un evangelio distorsionado2.- Como se hace el trabajo misionero Un misionero debe prepararse primero. Las áreas de preparación son el estudio de la Biblia y las doctrinas cristianas, el conocimiento de la sociedad a donde irá (historia, costumbres, organización política y social, y las leyes) y el idioma o dialecto El trabajo del misionero es importante y necesario en nuestros días. Todavía hay muchos lugares que viven apartados de Dios. Existe un gran avivamiento en Latinoamérica la cual ya ha empezado a enviar misioneros a otras partes del mundo. Se han enviado misioneros a Europa, Estados Unidos, el Medio Oriente, etc. Mientras el avivamiento crece en Latinoamérica veremos más misioneros enviados. Que Dios bendiga la obra de aquellos que extienden su reino y pelean la buena batalla -´´La calle”: Es el lugar del hermano pobre, del prójimo despojado, de la oveja perdida, del pecador y de la prostituta... Es el lugar del camino, del encuentro, del conflicto, del sufrimiento y de la pobreza, de la solidaridad y la comunidad, de la palabra y de los “milagros”, de la lucha y del amor eficaz por la construcción del Reino, de la pasión y de la cruz... Toda la vida de Jesús fue un camino hacia Jerusalén y hacia la cruz (Lc 19,28). Por el camino encuentra y llama a sus discípulos y los hace caminantes -´´ El desierto´´ Es el lugar del Padre. Es el lugar de la contemplación, de la oración (cf. Lc 9,18), de la intimidad y de la gratuidad (cf. Lc 6, 12), de la “tentación” y del discernimiento de la voluntad del Padre (cf. Lc 4, 1), de la búsqueda y de la opción por el Reino Estos dos lugares misioneros tienen espacios y tiempos distintos, pero son también dos dimensiones del mismo compromiso de vida. No existe la “calle” (fidelidad al hermano pobre) sin el “desierto” (fidelidad al Padre), ni existe el “desierto” sin la “calle”. Dos actitudes fundamentales complementarias: la lucha para construir el Reino y la contemplación para discernir y celebrar sus caminos, gracias y don del amor del Padre

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